Sin embargo, en medio de este mundo lleno de confusiones y de antivalores en el que la vida espiritual y el proyecto de Jehová tienen poca importancia, es acomodaticio no darnos cuenta de que, es precisamente en este plan, en el que el hombre y la mujer alcanzan la plenitud y, con ello, la satisfacción en la paz.La gloria de Dios es la salvación